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sábado, 1 de agosto de 2009

Crisis de identidad: cuando los modelos deben cambiar de nombre

Siguiendo con el tema de los nombres, ahora quiero hablar de cuando los coches pasan por una crisis de identidad o sufren de esquizofrenia.

La tarea de elegir un nombre adecuado es tan difícil que a veces se recurre a utilizar el nombre de un modelo anterior aunque el nuevo modelo sea totalmente distinto, otras veces se usa el nombre de algún prototipo o concept car... y, para colmo, a veces las marcas deben cambiar los nombres a sus modelos por diferentes razones, una de las más comunes, y a mi criterio la mas aceptable, es cuando el nombre presenta dificultades idiomáticas. Estos son algunos casos:

  • El Mitsubishi Pajero se llama Montero en los países de habla hispana porque “pajero” es un insulto.

  • El Seat Málaga se llamó Gredos en Grecia porque la palabra “malaka” es un insulto.

  • Al principio el Renaul Clio iba a llamarse Klia pero en Suecia esa palabra significa fornicar.

  • El Fiat Ritmo no pudo llamarse asi en Estados Unidos ya que “rhythm” -traducción literal la inglés- se utiliza para denominar vulgarmente al ciclo menstrual de la mujer; entonces lo llamaron Strada.

  • El Alfa Romeo 145 se llamó asi cuando deberia haberse llamado 144 porque este es el prefijo telefónico para las hot lines en Italia.

  • El Volkswagen Jetta (se pronuncia yeta) también tuvo que cambiar de nombre a Bora en los países de habla hispana por el significado de “jeta” -forma de llamar despectivamente a la boca- y de su pronunciación “yeta” -mala suerte-.

En otros casos, el nombre ya es utilizado por otra marca y para evitar confusiones y eventuales enfrentamientos legales, se decide buscar otro nombre. En esta situación ya mencioné el caso del Porsche 911 que no pudo llamarse 901 porque Peugeot ya habia registrado los números de tres cifras con el cero el medio. Sin embargo Tatra comercializó por mucho tiempo un modelo llamado 603.

Como dije, algunas marcas usan en sus modelos de producción nombres que ya habían usado en concept cars, cosa obvia cuando el auto de producción deriva de un prototipo, pero no siempre es así, ejemplos:

Renault utilizó en 1990 el nombre Laguna para un concept car deportivo tipo roadster y tres años después lo volvía a utilizar para el sedan de gama alta que todos conocemos. Así mismo, el Koleos también debe su nombre a un concept todo terreno del 2000 y el Modus a una serie de concepts de 1995. En ambos casos, si bien la finalidad es similar, el diseño final es diferente, lo que indica que uno no deriva directamente del otro. Pero en el caso del Vel Satis, aunque se trata de un auto muy diferente, el modelo de producción está claramente inspirado en el concept de 1998, del que toma muchos de sus rasgos.

Ford tenia el nombre Fusion como una de las alternativas para el Focus (que tambien fue el nombre de un prototipo de cupe cabrio de fines de los 90s). Finalmente hoy en día lo usa para dos de sus modelos (no es la primera vez que pasa): un sedan del segmento D en EE.UU. y una SUV -sport utility vehicle- en Europa, muy distintos pero con el mismo nombre.

Como dije, Ford parece que tiene por costumbre usar el mismo nombre en vehículos diferentes siempre y cuando estos no compartan mercado. Es así que Galaxy es un sedán grande en Argentina (que se llama Versailles en Brasil) y una minivan en el resto del mundo (incluso hubo un Galaxie en EE.UU. en los 60s); el Escort americano no es el mismo que el europeo-latinoamericano; y hasta el Falcon australiano de los 70s en adelante es muy distinto al del resto del mundo.

Y no es el unico: Volkswagen llamó Pointer en México al mismo auto que en Sudamérica se conoce como Gol, donde el Pointer era otro modelo producido exclusivamente para esta región. Fiat, en Sudamérica, llama Strada a la version pick-up del la linea Palio-Siena (que tambien se conoce como Albea) tal como se conocía al Ritmo en EE.UU. Los Dodge Polara americano, argentino y brasileño son muy distintos entre si a pesar de ser contemporáneos e, incluso, siendo que el Polara brasileño no era otra cosa que la version cupé del Dodge 1500 argentino, que no era otro que el Chrysler Avenger con la cola ligeramente distinta.

Además parece ser que en Norteamérica no les gustan muchos los nombres extranjeros y terminan rebautizando a modelos como los Renault 9 y 11 que en allí fueron conocidos como Alliance y Encore respectivamente, o al Ford Mondeo que con unas ligeras diferencias se lo conoce como Contour. Entre estos casos tenemos además a los Volkswagen Golf, Passat y Senda que en EE.UU. llegaron a llamarse Rabbit, Dasher y Fox respectivamente, y al Santana que al principio se conoció en Argentina como Carat al igual que pasó con el Gacel luego Senda, caso especial es el del Käfer, Beetle o Fusca que en cada rincón del mundo se lo llama según como se diga “Escarabajo” en el idioma local. Tenemos tambíen al actual Peugeot 206+ que fuera de Europa se lo conoce como 207 Compact, cabe mencionar también al Renault Symbol que parece ser que en Rusia se llamará Thalia.

Para cerrar cabe considerar también que existen modelos desarrollados por un grupo o corporación que suelen comercializarse en distintas partes del mundo bajo diferentes marcas -con los detalles de diseño propios de cada una- pero conservando el nombre, ejemplos: Opel/Chevrolet/Vauxhall Astra y Corsa, Renault/Dacia Logan y Sandero, tema aparte son aquellos casos en que se decide cambiar tanto la marca como el nombre, aunque sea evidente que se trata de un mismo modelo adaptado a la imagen de cada marca.